El presidente ruso Vladimir Putin está en camino de obtener un nuevo mandato de seis años en las elecciones presidenciales del 15 al 17 de marzo, en un contexto donde la oposición real no está presente debido a muertes, encarcelamientos o exilios de posibles rivales.
Situación de los Opositores Rusos
Los principales opositores rusos enfrentan situaciones adversas, con el caso más destacado siendo el de Alexéi Navalni, quien falleció en prisión el 16 de febrero a los 47 años.
Alexéi Navalni
Crítico de Putin por más de una década, fue acosado, encarcelado y envenenado, muriendo en una colonia penitenciaria del Ártico. Su muerte ha sido atribuida a Putin por sus partidarios y líderes occidentales.
Otros Opositores
- Boris Nemtsov, ex viceprimer ministro y crítico de Putin, fue asesinado en 2015.
- Anna Politkóvskaya, periodista y crítica del ejército ruso en Chechenia, fue asesinada en 2006.
- Oleg Orlov, defensor de los derechos humanos, fue encarcelado por condenar la ofensiva rusa en Ucrania.
- Vladimir Kara Murza, opositor veterano, fue condenado a 25 años de cárcel por difundir “información falsa” sobre el ejército ruso.
- Ilia Iachin fue condenada por denunciar asesinatos de civiles en Ucrania.
- Igor Guirkine, excomandante separatista y crítico de las autoridades rusas, fue condenado a prisión.
- Lilia Chanicheva y Ksenia Fadeieva, allegadas a Navalni, están encarceladas por “extremismo”.
Prisioneros Políticos y Exilio
La ONG Memorial reporta más de 250 “prisioneros políticos” en Rusia. Muchos opositores han optado por el exilio, como Garry Kasparov, recientemente incluido en la lista de “terroristas y extremistas”.
En todas partes se cuecen habas
“En todas partes se cuecen habas”, es correcto reflexionar así. Comparativamente, las derechas en el mundo, bajo la figura de la democracia, que en muchos casos, son “dedocracia”, se impone de igual manera gobiernos títeres de los grupos de poder, donde las elecciones y el sistema electoral responden a esos fines.
Si las elecciones son bien controladas y resulta triunfante un gobierno de izquierda o progresista, los grupos de poder de la extrema derecha, con apoyo de Estados Unidos, de la CIA y de la Unión Europea a través de la OEA o de la ONU, propician su derrocamiento y asesinato de opositores y aún de ciudadanos que se atreven a protesta. Y si no es posible eso, entonces se les impone sanciones económicas, como el caso de Cuba, que sigue enclaustrado económicamente por los países “democráticos”.
Otros claros ejemplos de la injerencia extranjera para el derrocamiento de sus legítimos gobiernos tenemos en Venezuela, en Perú, en Argentina, en Chile cuando triunfó Salvador Allende. La derecha y la oligarquía no descansan, están preparando formas de intervención en Colombia, en Nicaragua, en México y en Francia.