La fiscal adjunta de Prevención del Delito alerta sobre la situación
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la fiscal adjunta de Prevención del Delito, Diana Carnero Tomos, señaló que los casos de violencia contra la mujer son un flagelo que aún no pueden parar.
Según Carnero, la Fiscalía de Prevención del Delito atiende principalmente casos de violencia de género, que se manifiesta en agresiones físicas, psicológicas, sexuales y económicas.
“Lastimosamente los actos en sí de violencia no se pueden prevenir, solo podemos promover campañas de información, charlas y asistencia a las víctimas en los hospitales, donde nos aseguramos que tengan los kits de atención”, manifestó.
La importancia de la denuncia y el apoyo a las víctimas
Carnero también advirtió que es preocupante que en muchos casos de violencia que ya estaban casi para sentencia, la víctima retira la denuncia, lo que puede deberse al perdón, el miedo o la presión social.
“Esto hace que los procesos se caigan y que los agresores queden impunes. Necesitamos que la persona violentada acuda oportunamente a las autoridades competentes, para las medidas de protección y el seguimiento legal”, mencionó.
La violencia contra la mujer en el Perú: cifras y desafíos
La violencia contra la mujer es una problemática que afecta a más de la mitad de las peruanas, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) de 2022. De acuerdo a este informe, el 54,8% de mujeres en el Perú fue víctima de violencia psicológica, física o sexual alguna vez por su esposo o compañero durante el 2020.
La violencia de género también se expresa en otras formas, como el feminicidio, la trata de personas, la explotación sexual y el acoso. Estos delitos requieren de una mayor atención y sanción por parte del Estado, así como de una mayor conciencia y movilización social.
En los últimos años, se han realizado diversas acciones para prevenir y combatir la violencia contra la mujer, como la tipificación del delito de feminicidio. La creación del Observatorio de Criminalidad. La implementación de la línea 100 y los Centros de Emergencia Mujer, y la realización de marchas y campañas como Ni Una Menos.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar los derechos y la seguridad de las mujeres en el Perú, así como para erradicar las causas estructurales y culturales de la violencia de género, como el machismo, el patriarcado y la discriminación.
