Una marcha por el fin del genocidio y el comercio de armas
Unas 4.500 personas, según estimaciones de la Guardia Urbana, han participado este domingo en una manifestación en el centro de Barcelona convocada con el lema “Aturem el genocidi a Palestina” (Paremos el genocidio en Palestina). La marcha, que ha recorrido el Paseo de Gràcia de Barcelona, ha servido también para pedir a los gobiernos europeos que dejen de vender armas a Israel, según han explicado portavoces de la comunidad palestina y de entidades catalanas propalestinas.
Los manifestantes, muchos de los cuales llevaban banderas palestinas o el tradicional pañuelo palestino, han exhibido durante la marcha pancartas con lemas como “Prou comerç d’armes amb Israel” (Basta de comercio de armas con Israel) o bien “War criminals. Not welcome” (Criminales de guerra, no bienvenidos). También han coreado consignas como “Palestina libre” o “Israel asesino”.
Para denunciar lo que consideran un genocidio de Israel en la franja de Gaza y en Cisjordania, se han exhibido diversos bultos metidos en bolsas blancas manchadas de pintura roja, con el fin de recrear los cadáveres de niños que se acumulan en el territorio palestino como consecuencia de los ataques de Israel. Según el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, controlado por el grupo islamista Hamás, desde el 7 de octubre, cuando comenzó la guerra en la franja de Gaza, han muerto en ese enclave más de 29.000 personas, la mayoría civiles.
La presencia de políticos y autoridades en la movilización
La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, presidenta del grupo de Barcelona en Comú, ha participado en esta movilización, convocada también en muchas otras ciudades españolas. En declaraciones a los periodistas, Colau ha llamado a “no normalizar el genocidio en la franja de Gaza” y ha pedido un “embargo total” de armas a Israel y “suspender todas las relaciones” con este Estado. Asimismo, ha criticado la “complicidad” de la Unión Europea y de Estados Unidos con la política israelí.
También ha considerado una “vergüenza y una grandísima hipocresía” que el Mobile World Congress (MWC), el mayor congreso de tecnología móvil del mundo, vetara a Rusia por la invasión de Ucrania y en cambio permita la presencia de Israel en este certamen tecnológico, que se celebra esta semana en Barcelona. Colau ha explicado que no acudirá mañana a la inauguración del MWC en protesta por esta diferencia de criterio.
Además de Colau, también han asistido a la manifestación representantes de otros partidos políticos y diversas autoridades, entre ellas el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el vicepresidente, Jordi Puigneró. Aragonès ha expresado su solidaridad con el pueblo palestino y ha reclamado el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de la comunidad internacional. Puigneró ha afirmado que Cataluña está al lado de la causa palestina y ha exigido el fin de la ocupación israelí.
El conflicto entre Israel y Palestina
El hecho ocurrió en medio de una escalada de violencia entre Israel y Palestina, que se remonta a décadas de disputa por el territorio y los derechos de los palestinos. El pasado 7 de octubre, Hamás lanzó un ataque sorpresa con cohetes y comandos contra más de 20 comunidades israelíes, causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos, y capturando a unos 240 rehenes, de los cuales unos 100 fueron liberados semanas después en intercambios de prisioneros.
Israel respondió declarando la guerra a Hamás e iniciando una campaña de bombardeos aéreos y terrestres sobre Gaza, que ha dejado hasta el momento más de 29.600 palestinos muertos y más de 69.800 heridos, en su mayoría mujeres y niños. Además, Israel ha impuesto un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
El conflicto ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes en Gaza, donde la mayoría de la población vive bajo el umbral de la pobreza y depende de la ayuda internacional. Según la ONU, más de 400.000 personas han sido desplazadas por los combates y se refugian en escuelas, mezquitas y otros lugares públicos. Muchos de ellos carecen de acceso a servicios básicos y atención médica.
La comunidad internacional ha hecho llamados al cese de las hostilidades y a la reanudación del diálogo entre las partes, pero hasta el momento no se ha logrado un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto, que también afecta a otras zonas como Jerusalén Este y Cisjordania.
