Teófilo Loarte, gerente de desarrollo económico de la Municipalidad Provincial de Huánuco, personal de confianza del “alcalde fiestero” Antonio “Toño Jara” Gallardo, hizo declaraciones a la prensa local “lavándose las manos”, frente al grave problema del comercio ambulatorio. Pretende ponerle “pañitos fríos” a la arremetida abusiva contra los comerciantes ambulantes, quitándoles sus productos, que seguramente luego van a parar a la olla de algunos servidores municipales, porque nunca se hace acta de comiso, ni se establece que productos y en que cantidad se llevan; mucho menos los devuelven a los comerciantes informales intervenidos.
Como quiera que cuida el puesto de trabajo que le ha confiado “Toño Jara” Gallardo, quien no tiene cabeza para solucionar de manera técnica y racional el comercio informal y otros problemas vecinales, entonces Loarte sale a la prensa a decir que es preocupación del alcalde reordenar la ciudad y que supuestamente, porque no ha mostrado ningún documento estadístico, solamente existen 200 comerciante ambulantes en estado de vulnerabilidad. La idea es que, hay que proteger al “jefe contratante” a como de lugar.
Pero en sus declaraciones, no ha manifestado nada sobre una mesa de trabajo multisectorial, de diálogo y planteamientos técnicos para solucionar el problema. Bien curiosas las declaraciones del “chi cheño” Teófilo Loarte, cuando de pronto ya recibió las recomendaciones de cumplimiento obligatorio, cursadas por el Jefe de la Oficina de Defensoría del Pueblo de Huánuco, o se enteró de sus declaraciones por nuestra publicación de una entrevista sostenida con el Jefe de la Oficina Defensorial.
Como quiera que fuera, el Dr. Marco Calle, Jefe de la Defensoría del Pueblo de esta ciudad, ha sido claro frente al problema del comercio ambulatorio; y, del abuso que la municipalidad y su personal están cometiendo contra los informales, en manifestar que enviará recomendaciones a la municipalidad provincial, de obligatorio cumplimiento, para que el alcalde (“fiestero”) disponga actuaciones administrativas que se enmarquen en el respeto a los derechos humanos de los comerciantes informales.
Nosotros no le vamos a cobrar ni un céntimo de sol, a don “Toño Jara” Gallardo, por asesorarle. Veamos: el comercio ambulatorio tiene una solución técnica y factible: la creación de mercados zonales en diferentes zonas de la ciudad, que solucionará el problema de los verdaderos comerciantes informales y permitirá que las amas de casa puedan adquirir los productos para su hogar, directamente de los productores. En este caso, las ferias sabatinas son un canto de sirena, porque pocos son los productores que la utilizan. La mayor parte son comerciantes formales de los mercados que llevan sus productos a vender a la feria, ante el desorden y falta de control municipal. Además, nadie puede subsistir de la manera más efímera, trabajando una vez por semana.
Así determinará con efectividad real, la gran cantidad de comerciantes formales, que salen a las calles a engrosar la informalidad, llevando sus productos a competir con los vendedores informales. Esto porque falta una política efectiva de reordenamiento del comercio ambulatoria, no con órdenes abusivas impartidas desde los escritorios. En ese tema crucial, el “alcalde fiestero” tiene que pensar menos en actividades banales para figurar, y trabajar con personal que realmente tenga 5 dedos de inteligencia y conocimiento de lo que es el comercio ambulatorio. “Las Orejas de Burro” para Teófilo Loarte, condecoración que establecemos para todos los funcionarios ineptos.
