Los sismos son movimientos bruscos de la corteza terrestre causados por la liberación de energía acumulada en las fallas geológicas. Estos eventos naturales ocurren con frecuencia en todo el mundo, pero solo algunos son perceptibles por las personas debido a su magnitud, que se mide en la escala de Richter.
Los sismos pueden generar réplicas, que son sismos de menor magnitud que ocurren después del sismo principal, en la misma zona o en zonas cercanas. Las réplicas pueden durar desde minutos hasta meses o años, dependiendo de varios factores, como la magnitud del sismo principal, la profundidad del foco, la geometría de la falla y las características del terreno.
La ciencia no puede predecir con exactitud cuándo, dónde y cómo ocurrirán los sismos y sus réplicas, lo que representa un gran desafío para la prevención y la gestión del riesgo. Sin embargo, la ciencia puede estimar la probabilidad de que ocurran sismos en una región determinada, basándose en el estudio de la historia sísmica, la geología y la sismología de la zona.
Colombia es un país con alta actividad sísmica, debido a que se encuentra en el borde occidental de la placa Sudamericana, que interactúa con otras placas tectónicas, como la placa de Nazca, la placa del Caribe y la placa de Cocos. Estas interacciones generan esfuerzos y deformaciones en la corteza, que se liberan en forma de sismos.
Recientemente, se han registrado sismos de magnitudes entre 2.7 y 4.8 en la escala de Richter, en lugares como San Pedro – Valle del Cauca, Colombia, y Palora, Ecuador. Estos sismos evidencian que la actividad sísmica es una constante en la región y que se debe estar preparado para afrontarla.
La duración de un sismo puede variar según el punto de vista que se adopte. Desde la perspectiva de las personas, la duración se refiere al tiempo que se siente el movimiento, que puede ser de segundos o minutos. Desde la perspectiva instrumental, la duración se refiere al tiempo que se registra el sismo en los sismógrafos, que puede ser de minutos u horas. Desde la perspectiva geológica, la duración se refiere al tiempo que tarda la falla en romperse y deslizarse, que puede ser de segundos o días.
La duración de un sismo también depende de la distancia entre el epicentro y el lugar afectado, el tipo de terreno y el tipo de construcción. Esto significa que la experiencia de un sismo puede variar significativamente dependiendo de dónde se encuentre uno y cómo estén construidas las infraestructuras en esa área.
Los sismos y sus réplicas son fenómenos naturales que nos recuerdan la dinámica y poderosa naturaleza de nuestro planeta. Por eso, es importante continuar investigando y educando al público sobre los sismos y sus efectos, así como implementar medidas de preparación y respuesta adecuadas para mitigar su impacto.
