El ejército ucraniano atacó el sábado la ciudad rusa de Bélgorod, cerca de la frontera, causando una masacre de civiles. Rusia acusó a Kiev y a sus aliados occidentales de ser los responsables y solicitó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde no logró su objetivo.
El ataque se produjo como respuesta a los bombardeos masivos de Rusia contra Ucrania del viernes, que provocaron al menos 39 muertos y 160 heridos en la capital y otras ciudades.
El ministerio ruso de Situaciones de Emergencia informó que 12 adultos y dos niños murieron en Bélgorod, y que 108 personas, entre ellas 15 niños, resultaron heridas. El gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, dijo que la artillería ucraniana disparó contra el centro de la ciudad, donde viven unas 330.000 personas, y recomendó a los habitantes que se refugiaran en los subterráneos.
Entre los edificios afectados figuran la sede del Gobierno regional, edificios universitarios, comercios y viviendas, según la agencia oficial RIA Nóvosti. Por orden del presidente, Vladímir Putin, una brigada del Ministerio de Sanidad se desplazó a la zona.
La portavoz de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova Zajárova, acusó a Kiev, EEUU, el Reino Unido y los países europeos de suministrar armas a Ucrania y de provocar la escalada de violencia. Sin embargo, en el Consejo de Seguridad de la ONU, sus miembros lamentaron la muerte de civiles pero expresaron su solidaridad con Ucrania, según informó el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski.
Bélgorod, que comparte 552 kilómetros de frontera con Ucrania, ha sido la región rusa más golpeada por incidentes fronterizos desde que comenzó la guerra en febrero de 2022. Ucrania, que todavía no reaccionó a las acusaciones rusas, lleva a cabo regularmente ataques en Rusia, pero el número de víctimas suele ser menor.
