El control del catastro urbano es función importantísima que debe cumplir las municipalidades provinciales y distritales. Sucede que, en nuestra ciudad donde reina el desgobierno y el desorden por doquier, debido a la ineptitud del alcalde provincial Antonio Jara Gallardo; existen edificaciones en diferentes calles o jirones, que se han efectuado sin respetar la línea de frente y la armonía arquitectónica, invadiendo las angostas aceras peatonales y creando problemas en la circulación peatonal.
Un claro ejemplo de este hecho (pues para muestra basta un botón), es lo que sucede con las construcciones de viviendas efectuadas en las cuadras 3 y 4 del Jirón Libertad. Estas edificaciones ocupan totalmente la acera peatonal, evidenciando el descuido absoluto del catastro urbano, que permitiéndose la construcción de viviendas, sin el menor respeto al alineamiento arquitectónico y urbanística. Este desgobierno es producto de la improvisación y la falta de conocimiento cabal de la Ley Orgánica de Municipalidades.
La autoridad municipal, que se hace presente en público sólo cuando hay oportunidad de figurar, en alguna actividad intrascendente; pues, el resto del tiempo se enclaustra en el despacho municipal, donde ningún ciudadano es recibido si previamente no ha sido evaluada una solicitud de entrevista por escrito, ingresado por mesa de partes y con la expresa indicación, de que tema se va tratar con don “Toño Jara”. Por supuesto que la Oficina de Imagen Institucional hace oídos sordos y ojos vista de esta desatinada disposición y por lo tanto, la pésima imagen de la comuna huanuqueña, se agrava cada día que pasa.
Es evidente que el alcalde y el jefe de la Gerencia de Imagen Institucional, conocen poco o nada de cómo se logra una relación empática con la colectividad que lo llevó a ocupar el sillón consistorial. De allí que la deplorable forma de atender al pueblo y el perfil bajo que maneja el burgomaestre local, pone cada vez más por los suelos a esta gestión municipal. Los anteriores alcaldes también fueron pésimos administradores, salvo honrosas excepciones, pero tuvieron especial cuidado en brindar atención oportuna a los usuarios.