Hablar de las contradicciones en materia cultural de nuestras autoridades representativas, es tremendamente aleccionador, mostrándonos con crudeza que muchos de ellos, despistados están. Shillacoto, centro arqueológico que data de una antigüedad de más de 2000 años a.C., es una reliquia histórica de nuestro pasado milenario pre inka e inka, sin embargo, como lo demostramos con la fotografía que ilustra esta nota, se encuentra en total abandono y descuido.
Sillacoto fue descubierto entre los años 1967 y 1969, cuando se efectuaron excavaciones por el equipo de antropólogos dirigidos por el investigador Chiaki Kano, cuyos resultados concluyeron que en nuestro departamento se desarrollaron cuatro culturas: Shuillacoto Higueras, Shillacoto Kotosh, Shillacoto Wairajirka y Shillacoto Mito.
El centro arqueológico Shillacoto se encuentra ubicado en el Jr. Prolongación San Martín N° 112, Distrito de Huánuco y ha sido denominado como “Templo de Shillacoto”, el mismo que es similar al “Templo de las Manos Cruzadas” de Kotosh. Tiene un área de 144 m2, razón por la que es considerado como el más grande de los templos de la Tradición Mito.
De tal manera, Shillacoto constituye nuestra riqueza patrimonial de la cultura pre inka e inka. Sin embargo, esta riqueza arqueológica esta olvidada, abandonada y descuidada por los gobiernos regionales que desempeñaron el cargo, cada a su turno, así como por los alcaldes provinciales que se relevaron, sin pena ni gloria en materia cultural.
Sonará de pronto de mal gusto que digamos, cómo es posible que los alcaldes, incluido el actual Antonio Jara Gallardo; los gobiernos regionales que también incluye al actual Antonio Pulgar Lucas, que ya van rebasando un año de gestión, pero no han movido un solo dedo para gestionar y continuar los trabajos de investigación, de protección y cuidado a Shillacoto.
Será porque no les interesa revalorar nuestra invalorable riqueza cultural y auténtica, pero si están interesados en colocar monumentos a los “negritos de Huánuco”, a los que consideran “patrimonio cultural”, cuando solo es una evocación tradicional, que curiosamente recuerda con jolgorio, la ignominiosa etapa colonial de esclavitud, trato inhumano y exterminio de la raza negra, conjuntamente con la raza inka, para no repetir peyorativamente: raza india, que también pretendieron exterminar los invasores españoles.
El pueblo en su conjunto, especialmente la juventud estudiosa, sobre todo los estudiantes de arqueología, tienen que reaccionar y exigir que las autoridades del gobierno local y regional, trabajen, que se preocupen por lo verdaderamente valioso y deben ser representados monumentalmente como verdaderos patrimonios culturales de nuestra nación. Que se dejen de actitudes veleidosas y de interesada distracción, para velar por nuestra auténtica cultura; que haya inversión en nuestra riqueza cultural, turística y patrimonial.
En las tomas fotográficas que ilustran esta nota, podemos observar, en la primera vista, la construcción de viviendas en pleno Centro Arqueológico Shillacoto. En la segunda vista se aprecia el estado de descuido y abandono en que se encuentra el Centro Arqueológico Shillacoto, con gravísimo peligro de su destrucción total.
