Las fiestas de navidad y año nuevo, fueron una clara demostración de la falta de capacidad organizativa y de adecuada planificación, por parte del alcalde provincial y de sus funcionarios, especialmente de la Gerencia de Comercio. Autorizaron la instalación de las ferias comerciales, en los jirones Ayacucho, Huánuco, Huallayco, San Martín y Leoncio Prado. Pero las cosas no quedaron allí, porque los comerciantes que aprovechan de estas festividades y del desorden permitido, igualmente ocuparon las aceras peatonales, de los Jirones Dos de Mayo y General Prado, donde se ubicaron ante la impotencia de los miembros del Serenazgo.
Como es posible que todo se haga en forma pueblerina, sin el menor respeto a los vecinos y a los transeúntes. Hay que preguntarse ¿por qué no utilizaron el Estadio Heraclio Tapia, el Estadio del Colegio Leoncio Prado o el Mercado Mayorista de Puelles, para centralizar en un solo lugar las benditas ferias por fiestas de fin de año?
¿Nos preguntamos ¿qué hubiera pasado si se hubiera producido un movimiento telúrico de regular intensidad o un inespeerado incendio? Ahora estaríamos lamentando las graves consecuencias, por lo sucedido en las calles abarrotadas de comerciantes y compradores, niños, adultos y ancianos.
Es que seguramente don “Toño” Jara, cuyo cargo de alcalde provincial le ha caído demasiado grande, sigue creyendo que la danza de los negritos, es “patrimonio cultural”. Su escasa masa gris no le permite razonar, que esta danza puede ser una tradición, practicable por quienes les gusta hacerlo, pues, nadie está impedido de hacer lo que la ley no prohíbe; pero, la remembranza del exterminio de una raza a la que consideraban esclavos, en ninguna parte del mundo puede considerarse “patrimonio cultural”. Es como si alguien pretendiera que, los centros de concentración nazi, donde se exterminó a millones de seres humanos, son “patrimonios culturales de la humanidad”. ¡Habrase visto!
Al alcalde provincial no se le ocurrió mejor idea, más para figurar que para otra cosa, instalar tabladillos en toda la cuadra donde se encuentra el palacio municipal, en plena Plaza de Armas, como escenario para la danza de los negritos. Allí todavía siguen instalados
Como si el congestionamiento de vehículos, en las calles de la ciudad fuera poco, “Toño” Jara ha instalado tabladillos en toda la cuadra del Jr. General Prado, donde se ubica el palacio municipal, en plena Plaza de Armas o Plaza Mayor, como escenario para el baile de las cuadrillas de negritos. Estos tabladillos siguen instalados allí, obstaculizando aún más el tránsito vehicular. Existe un arraigo manifiesto a las vivencias pueblerinas, en donde todas las actividades festivas se realizan en la plaza principal. No existe planificación ni coordinación interinstitucional. Las exhibiciones de estas danzas, muy bien pudieron efectuarse en el Coliseos 15 de Agosto, en el complejo multideportivo de Paucarbambilla o finalmente, en el estadio Heraclio Tapia León.
Todavía no podemos olvidar que hubo un alcalde que cerraba la Plaza de Armas, para efectuar fiestas populares en este espacio, que es la imagen del orden, belleza y pulcritud. Al día siguiente, el lugar era intransitable, por el olor nauseabundo a orines, suciedad por doquier y el destrozo de los jardines. La idea de que hay que darle al pueblo fiestas, circo y abundante licor, para que se olvide de otros problemas de mucha importancia, sigue aplicándose, al puro estilo colonial y de países explotadores.