En horas de la mañana de ayer, en circunstancias confusas, miembros de la Policiía Nacional intervinienron y le requisaron un arma de fuego que portaba el señor Antonio Talenas Berrocal presidente de la asociación de comerciantes del Mercado Modelo, acusándolo de tenencia ilegal de arma de fuego. El hecho se produjo en circunstancias de que cuatro sujetos, uno portando un puñal, pretendían ingresar al interior del mercado que atendía al público a puertas semiabiertas, con claras intensiones de causar caos y rapiña entre los trabajadores y amas de casa que concurrían a hacer sus compras.
La reacción del Presidente de los trabajadores Antonio Talenas
Ante la pretención de los facinerosos de ingresar en forma matonezca al mercado con evidentes intensiones de causar daños materiales y atacar a los que en ese momento atendían al público asistente, el Secretario General del Mercado Antonio Talenas Berrocal, les increpó su actitud, momentos en que uno de los atacantes sacó un puñal amenazante. En respuesta Antonio Talenas abrió su casaca y le dijo «no te atrevas que yo también estoy armando», haciéndole ver el arma de fuego que portaba en la cintura.
Los maleantes escapan gritando «tiene un arma»
Al mostrarles Antonio Talenas el arma que portaba en la cintura, los maleantes huyeron del lugar gritando «tiene un arma de fuego». En el frontis del mercado había un grupo numeroso de grupo de personas que vociferaban «porqué están trabajando».
Interviene la policía
A los pocos minutos se hacen presentes en el mercado un grupo de agentes de la Policía Nacional y sin mediar palabra ni solicitar explicaciones, uno de ellos le toma por el cuello a Talenas y le quita el arma que portaba en su cintura, para luego retirarse del lugar indicándole que se llevavan el arma porque no debía portar arma, no obstante que el agraviado les indicó que tenía Licencia para portar arma de fuego, otorgado por la SUCAMEC.
Talenas va la dependencia policial a solicitar la devolución de su arma
Luego del incidente en el mercado, en el que fue despojado de su arma de fuego, Atonio Talenas se dirige por su propia cuenta a la Comisaría ubicada en el Jirón Constitución, con la finalidad de solicitar la devolución de su arma, porque tenía licencia para portar el arma.
En esta dependencia policial retienen al señor Antonio Talenas
De la Comisaría lo pasaron a la Dependencia donde funciona la V MACREPOL Huánuco, lugar donde siguió retenido el señor Talenas, mientras se preparaba una conferencia de prensa en el patio institucional.
En la improvisada conferencia de prensa, estuvo presente el Gral. PNP Jefe de la V Macrepol, quien fue el que dio la versión de que el señor Talenas estaba participando en la movilización pacífica portando arma de fuego. En la práctica el señor Antonio Talenas fue presentado como un vulgar delincuente.
La versión de que «participaba en la movilización portando arma de fuego para amedrentar» es absolutamente inexacta, porque como señalamos, el señor Talenas no participaba en la movilización, estaba cumpliendo sus funciones en el interior del mercado Modelo y muy por el contrario, había dispuesto que las puertas del mercado se abrieran a medias para que pudieran trabajar los que así lo desearan.
Habiéndose producido los hechos como queda narrado, muy por el contrario, la actitud y conducta del señor Talenas, era de respaldo al pedido de la presidenta ilegítima Dina Boluarte Zegarra, de que todos deberíamos trabajar y no acatar el paro convocado.
Se habría cometido abuso de autoridad
Vamos por partes. El Presidente del Mercado Modelo señor Antonio Talenas, estaba incentivando a los que desearn trabajar lo hicieran voluntariamente y para ello ordenó abrir a medias las puertas de ingreso.
Con este objetivo, el señor Talenas envió antes de la fecha de paro, un Oficio a la Policía solicitando resguardo policial para garantizar la tranquilidad de quienes concurrieron a trabajar, para evitar que elementos de mal vivir que se infiltran a las movilizaciones atenten contra la integridad física de los trabajadores, y la propiedad privada.
En este contexto, la policía no estuvo presente resguardando las puertas del Mercado Modelo, sino que algunos efectivos estuvieron en la esquina, alejado de la puerta por donde pretendieron ingresar los maleantes con arma blanca a ocasionar disturbios en el interior del mercado.
Siendo ello así, fue gracias a la valiente intervención del presidente Antonio Talenas que los facinerosos huyeron del lugar evitándose lo que podría haber tenido consecuencias que lamentar.
De tal manera, el actuar de los sub oficiales de la policía en la intervención al señor Talenas e incautación del arma que portaba en la cintura con su respectiva licencia para portarlo, desde ya delito de constituye un abuso de autoridad, porque se invirtieron los hechos, pues, en vez de brindarle protección frente al ataque de delincuentes infiltrados en la movilización pacífica, se las emprendieron contra él (Talenas) y le requisan el arma que portaba conforme a las leyes.
Luego, la presentación de Talenas en una improvisada conferencia de prensa como si fuera un vulgar delincuente, acusándolo de haber estado participando en la movilización con arma de fuego, es otro de los graves abusos cometidos en agravio de Antonio Talenas.
Tenemos las declaraciones que obtuvo este medio de información, donde narra que el revolver que portaba tenía la cacerina cargada de las balas que le corresponde al arma. De tal manera, que la Policía haya presentado una bala como no de uso civil, conlleva mucha duda de su veracidad, si se tiene en cuenta que el arma se llevaron luego de quitárselo a Talenas y hasta el momento en que se efectuó la conferencia de prensa ya había transcurrido un considerable espacio de tiempo. ¿Se podría dar el caso de «sembrado de indicios»? Sí se puede dar.
La Policía se negó devolver el arma incautado
A la solicitud del señor Talenas de que le devuelvan el arma de su propiedad que cuenta con licencia para portarlo, se le informó que no le devolverán el arma y que será remitido a la DISCAMEC para fines de control. Esta actitud policial también estaría incurso en el delito de abuso de autoridad habida cuenta que el señor Talenas no hizo disparos con el arma, sólo lo portaba en su cintura. El Artículo 376°- Abuso de autoridad del Código Penal señala: “El funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete u ordena un acto arbitrario que cause perjuicio a alguien será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años.«
Qué dice la ley de defensa propia
La ley 32026 que modifica el Art. 20° del Código Penal, dice que estará excenta de responsabilidad penal en caso de defensa propia, dice lo siguiente: «[…] El que obra en defensa de bienes jurídicos propios o de terceros, con uso de la fuerza, incluido el uso de la fuerza letal, siempre que concurran las circunstancias siguientes:
a) Agresión actual, ilegítima y real. b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla. Se excluye para la valoración de este requisito el criterio de proporcionalidad de medios, considerándose en su lugar, entre otras circunstancias, la intensidad y peligrosidad de la agresión, la forma de proceder del agresor y los medios de que se disponga para la defensa.
c) Falta de provocación suficiente de quien hace la defensa.
El numeral 3 también aplica al supuesto de situación de peligro inminente y necesidad
de proteger la vida o la integridad propia o de terceros, en la que se repele razonablemente una agresión, irrupción, ingreso violento o subrepticio ilegítimo dentro del inmueble,
vehículo u otro medio de transporte en elque se encuentre legítimamente; dentro de
su negocio, empresa, asociación civil o lugarde trabajo o dentro de un inmueble sobre el
cual ejerza la legítima propiedad o la legítima posesión con título él o sus parientes hasta
el tercer grado de consanguinidad o tercer grado de afinidad”.
Siendo ello así, aún cuando Talenas hubiera hecho uso de su arma de fuego para repeler el ataque del grupo de desadaptados sociales, estaría excento de toda pena, por imperio de la ley. Así las cosas, queda aún más claro el abuso de autoridad conmetido en agravio de un ciudadano que no había cometido ningún delito.