ALEJANDRO TOLEDO Recibió Condena de 20 Años y 6 Meses de Prisión por Caso Interoceánica Sur y la Coima de Odebrecht
La procuradora pública ad hoc para el caso Lava Jato, Silvana Carrión, destacó la importancia de la sentencia de más de 20 años y 6 meses de prisión dictada contra el expresidente Alejandro Toledo por el caso Interoceánica Sur. Carrión subrayó que esta sentencia es el resultado de un riguroso trabajo de años en la recopilación de pruebas. En un juicio que ha captado la atención internacional, el expresidente Alejandro Toledo fue condenado a 20 años y seis meses de prisión por su implicación en un caso de corrupción vinculado a la constructora brasileña Odebrecht. Según la acusación presentada por el fiscal anticorrupción José Domingo Pérez, Toledo habría solicitado 35 millones de dólares en sobornos para asegurar que Odebrecht obtuviera la licitación del proyecto de la carretera Interoceánica, que conecta Brasil y Perú.
Sustento Definitivo del Fiscal José Domingo Pérez
“Podemos afirmar, de cara al cierre de este juicio, que Alejandro Toledo solicitó 35 millones de dólares a cambio de que Odebrecht ganara el proyecto de la Interoceánica y los acuerdos pactados”, expresó el representante de la Fiscalía al solicitar una pena de 20 años y 6 meses de cárcel para Toledo, además de tres años de inhabilitación y el pago de 242 días de multa.
No Solo Colaboración Eficaz
Carrión enfatizó que la sentencia contra Toledo no se basa únicamente en la colaboración eficaz, sino en una abundante evidencia recopilada a lo largo de los años. “Sin duda, es una decisión muy importante para la historia judicial de nuestro país y para el sistema anticorrupción”, afirmó.

Otros Casos Emblemáticos
La procuradora también se refirió a otros casos emblemáticos de la trama Lava Jato, como los procesos contra el expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, la exalcaldesa de Lima Susana Villarán, y el expresidente Martín Vizcarra. Carrión estimó que a más tardar a inicios del 2025 habrá una sentencia judicial en primera instancia contra Humala.
Proceso Judicial en Curso
En el caso de Humala, Carrión mencionó que el juicio oral está avanzado y se espera una sentencia en primera instancia para finales de este año o inicios del próximo. Asimismo, recordó que el juicio oral contra Martín Vizcarra, procesado por recibir presuntos sobornos cuando era gobernador de Moquegua, se inicia el próximo 28 de octubre.
Defensa del Sistema de Justicia
Ante las críticas sobre la lentitud de los procesos por el caso Lava Jato, Carrión defendió el trabajo del sistema de justicia, destacando que se toma el tiempo necesario para lograr sentencias en casos complejos. “Lo que ha sucedido hoy día es la muestra de lo que significa litigar y probar evidencia en un caso de corrupción”, concluyó.
Lo que dice la prensa internacional
Después de más de 170 audiencias judiciales y un complejo proceso de extradición desde los Estados Unidos, Alejandro Toledo Manrique fue condenado a prisión este lunes por el caso Lava Jato. El Poder Judicial sentenció a 20 años y seis meses de cárcel por los delitos de colusión y lavado de activos al hombre que a inicios de este siglo encarnó el retorno a la democracia y lideró las marchas que se trajeron abajo al régimen fujimorista, capitalizando sus rasgos andinos para erigirse como el heredero del inca Pachacútec.
En julio de 2001, en su primer día como mandatario, Toledo juramentó simbólicamente en la Fortaleza de Sacsayhuaman, en el Cusco, tal y como lo hacían los incas en la época del Tahuantinsuyo, luego subió hasta las alturas de Machu Picchu y, en medio de un aura mística, dijo con histrionismo: “Vengo a pedirte, Cusco milenario, fuerzas para tumbar el desempleo y la pobreza en el Perú, ya no para tumbar una dictadura”. Dos décadas después, aquel heroísmo de Toledo se ha hecho polvo, y su destino, como el de otros jefes de Estado que cayeron en las garras de la corrupción, será pasar sus últimos días tras los barrotes.
La Fiscalía ha argumentado que Toledo, de 78 años, recibió 35 millones de dólares en coimas para favorecer a la constructora brasileña Odebrecht en la concesión de los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur, allá por el 2004 y 2005. “Nunca hice ningún arreglo con el señor Barata […]. Me han metido en este tema sin saber por qué”, dijo el economista la semana pasada en su última defensa. Las declaraciones del ingeniero brasileño Jorge Barata, exjefe de Odebrecht en Perú, fueron claves para sostener la acusación.
Durante la lectura de sentencia se le vio a Toledo, de camisa y casaca, muy activo, tomando apuntes, rascándose las cejas, cruzando las manos y cuchicheando con su abogado, Roberto Su. El acto se llevó a cabo a pocos metros del penal de Barbadillo, ubicado en el distrito de Ate al este de Lima, donde el líder del extinto partido Perú Posible está recluido desde abril del 2023 tras ser extraditado de los Estados Unidos. La sala de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) fue inaugurada en agosto con el propósito de procesar a expresidentes presos. Desde la excarcelación de Alberto Fujimori, los únicos huéspedes de dicha prisión son Toledo y Pedro Castillo.

“Soy un error estadístico. Vengo de una familia de dieciséis hermanos y hermanas, seis mellizos, y he sido el único que tuvo el privilegio de poder salir a estudiar en el exterior, de haber llegado a los niveles más altos, académicamente y profesionalmente […]. No entiendo que el amor a mi país me traiga aquí”, dijo hace poco Alejandro Toledo, cuya defensa ha consistido en exaltar su historia de éxito —nació en un centro poblado de la región Áncash y estudió en las universidades de San Francisco y Stanford—, remarcar su estado de salud —tiene cáncer de próstata y males cardiacos— y en negar cualquier vínculo con el caso Lava Jato.
Lo cierto es que el tribunal señaló que el fiscal José Domingo Pérez, del Equipo Especial Lava Jato, demostró que Alejandro Toledo “se coludió con particulares”, y tuvo una “injerencia inusitada para acelerar el proceso de licitación” de los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur, un proyecto vial que conecta a Perú y Brasil. Además, determinó que “para hacerse del dinero del soborno convenció a su amigo Josef Maiman de que sea su intermediario y reciba, a través de sus empresas, la coima de Odebrecht”. El Ministerio Público sostiene que, además de los 35 millones de dólares, Toledo habría recibido otros 30 millones de dólares entre el 2006 y 2011 gracias a un esquema de lavado de dinero operado por el empresario israelí Josef Maiman, quien murió en el 2021.
“Más que cholo sagrado, Alejandro Toledo fue uno de los tantos políticos profanos que sucumbieron a la frivolidad y a la corrupción. Tuvo la oportunidad de ser el presidente del retorno a la democracia y prefirió ser el presidente del retorno a la cleptocracia”, ha dicho el analista político Gonzalo Banda.
La compañera de Alejandro Toledo, la exprimera dama, de ascendencia judía, Eliane Karp también debe responder ante la justicia peruana. Sobre ella pesa una orden de prisión preventiva de 18 meses desde el 2017, así como una solicitud de condena de 16 años y ocho meses desde el 2019 por el presunto delito de lavado de activos. Karp se encuentra desde mayo de 2023 en Israel, país con el que el Perú no cuenta con un tratado de extradición.
La pena impuesta a Alejandro Toledo será computada desde el 23 de abril de 2023 y culminará el 22 de octubre de 2043, cuando tenga 97 años. “Les pido por favor que [consideren] en la decisión que tomen [que] tengo un cuadro de salud muy complicado. Tengo cáncer, tengo problemas en el corazón y en pocos meses voy a cumplir 80 años”, dijo el economista en uno de sus últimos intentos por persuadir al tribunal. Se ha determinado también que en el caso de Toledo no habrá suspensión de la pena debido a que su proceso de extradición le causó daños al Estado peruano. Tras conocer la sentencia, el hombre que alguna vez representó la esperanza democrática cruzó los dedos y se marchó a paso lento a su celda. (RENZO GOMEZ VEGA- EL PAIS)