Tránsito vehicular un problema de no acabar
El tránsito sigue siendo un desorden total en nuestra ciudad. Además de existir un sobredimensionamiento de la cantidad de vehículos que circulan diariamente por las angostas calles de Huánuco, los conductores de vehículos de servicio público urbano (Bajajs y combis) hacen su paradero donde en zonas prohibidas, en las narices de los inspectores municipales, que hacen de la vista gorda ¿Porqué razón? Saque usted sus propias conclusiones.
Eran aproximadamente las 7 de la noche, cuando nuestro reportero que se encontraba en la intersección de los jirones Ayacucho y Leoncio Prado, se percató que pese a que en dicho lugar existe una señal de tránsito que dice prohibido recoger o dejar pasajeros, una fila combis utilizaban el lugar como su paradero, esperando pasajeros que cargar.
Inspectores Municipales hacen la “vista gorda”
También pudo observar que en el lugar se encontraban tres inspectores entre ellos dos mujeres, que al darse cuenta de la presencia de nuestro reportero gráfico, inmediatamente se esfumaron del lugar para no ser fotografiados, porque obviamente estaban en falta, al permitir el estacionamiento, no de una, sino de varias combis en espera de pasajeros, justamente en un lugar prohibido.
Señor alcalde provincial “Toño Jara! Gallardo, al desorden en el tránsito, por la manifiesta incapacidad de su Gerente de Transportes, se suma el incumplimiento de sus funciones por parte de los llamados “inspectores de tránsito”, quienes permiten que el desorden del tránsito se agudice con el incumplimiento de las reglas de tránsito por parte de los conductores de vehículos de transporte urbano.
Sugerimos inspecciones inopinadas
Emule Ud. Sr. alcalde, la labor que hacían sus antecesores alcaldes señores Juan Kukurelo, César Dioses La Madrid y la señora Luisa Cuculiza Torre, quienes personalmente y de manera inopinada inspeccionaban si los servidores municipales cumplían cabalmente sus funciones o no. En ésos entonces no habían “inspectores de tránsito”; sólo habían policías municipales, que sin tener la condición de inspectores, coadyubaban en el control de tránsito y el comercio ambulatorio.
Personal que la máxima autoridad municipal era encontrado incumpliendo su labor, era en primer lugar amonestado frente a todos los trabajadores municipales y si reincidían simplemente eran cesados en su trabajo, previo proceso administrativo. Haga eso señor “Toño Jara” y tendrá la oportunidad de comprobar lo que en este medio denunciamos.
