Energy Observer, el primer barco que navega con su propio hidrógeno, llegó a Estados Unidos

El barco laboratorio Energy Observer, construido en 1983 en Canadá, produce su propio hidrógeno a partir de energías renovables. Este barco llegó esta semana a Florida, en el sureste de Estados Unidos, como parte de su vuelta al mundo iniciada en 2020. Se trata de la última escala americana antes de regresar a Francia, donde concluirá su histórica expedición.

Energy Observer es un proyecto pionero que busca demostrar la viabilidad del hidrógeno como combustible limpio y eficiente para el transporte marítimo. El barco, que fue originalmente un catamarán de regatas de 30,5 metros de eslora y 12,80 metros de ancho, ha sido transformado en un laboratorio flotante que integra diversas tecnologías de energía limpia.

El barco está equipado con 202 m2 de paneles solares, dos turbinas eólicas verticales, una pila de combustible y un sistema de electrólisis que le permite producir hidrógeno a partir del agua de mar. Además, cuenta con unas innovadoras velas rígidas llamadas “Oceanwings”, que son unas alas de 12 metros de envergadura totalmente automatizadas, que le permiten aprovechar el viento, reducir el consumo de energía o dedicar los motores a la producción de hidrógeno.

El objetivo del proyecto es doble: por un lado, experimentar y optimizar las tecnologías de energía limpia a bordo, y por otro, compartir los conocimientos y las experiencias adquiridas a través de encuentros, artículos y videos publicados en su página web y en sus redes sociales.

El capitán del barco, Marin Jarry, explicó el martes a la agencia AFP que el resultado de la expedición ha sido positivo. “Hemos aprendido mucho en este viaje, tanto en tecnología como en otras soluciones”, dijo. Según Jarry, el barco ha navegado casi 63.040 millas náuticas sólo con energías renovables, y ha visitado más de 30 países y 60 puertos.

El fundador y líder del proyecto, Victorien Erussard, espera que el sector marítimo pueda inspirarse de sus experimentos y avanzar hacia energías limpias. Erussard, que es un navegante y oficial de la marina mercante, afirmó que el hidrógeno es el futuro de la movilidad sostenible. “El hidrógeno es el único vector energético que nos permite almacenar grandes cantidades de energía renovable de forma ilimitada y sin pérdidas”, dijo.

Las “Oceanwings” ya se usan, por ejemplo, en cargueros como el Canopée, diseñado para transportar partes del cohete Ariane 6 desde Europa hasta el centro espacial de Guyana Francesa. Según la empresa AYRO, que desarrolla estas velas, pueden reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2 de los barcos en un 45%.

Durante el viaje, el 40% de la energía usada por el Energy Observer ha sido eólica, otro 40% fotovoltaica, y un 20% ha procedido del hidrógeno. El barco tiene una autonomía de varios días sin necesidad de recargar sus baterías o sus tanques de hidrógeno.

Tras su escala en Florida, el barco irá a Washington, Nueva York y Boston, antes de regresar a Francia. La compañía ya trabaja en otro proyecto, el Energy Observer 2, un carguero de 120 metros de largo, 22 de ancho y una capacidad de carga de 5.000 toneladas, que funcionará con hidrógeno líquido. El hidrógeno líquido es una forma de almacenar el hidrógeno a muy baja temperatura, lo que reduce su volumen y facilita su transporte.

El transporte marítimo genera cada año el 3% de los gases de efecto invernadero a nivel global, según la Organización Marítima Internacional, que desea reducir las emisiones netas a cero de aquí a 2050. El hidrógeno se presenta como una alternativa ecológica y económica a los combustibles fósiles, que además puede impulsar el desarrollo de las energías renovables.

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