Investigador del Instituto Elcano, Félix Arteaga: «En una guerra de desgaste como la de Ucrania, la superioridad en medios y recursos es determinante para el éxito»
El investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, Félix Arteaga, analiza el conflicto entre Ucrania y Rusia, que cumple dos años desde su inicio el 24 de febrero. Según Arteaga, actualmente el conflicto se encuentra en un punto de estancamiento, donde la capacidad de defensa de Ucrania prima sobre la ofensiva. Sin embargo, señala que Rusia poco a poco está imponiendo su capacidad militar y cuenta con mayores recursos, lo que podría cambiar la situación a su favor.
Arteaga también destaca que la guerra de Ucrania ha tenido un impacto en el tablero global. La invasión de 2022 movilizó a las potencias occidentales, que han mantenido la unidad en su respuesta. Por otro lado, las potencias revisionistas, como Rusia, han estrechado sus relaciones con países como Irán y Corea del Norte, mientras que su relación con China se está distanciando debido a las sanciones. Además, la guerra ha acentuado la brecha entre Occidente y las potencias revisionistas.
En cuanto al desarrollo del conflicto, Arteaga destaca que la reciente destitución del jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania puede afectar al desarrollo de la guerra, ya que genera dudas sobre el apoyo exterior al país. Además, señala que Ucrania tiene dificultades para mantener su capacidad militar frente a Rusia, que ha aumentado su presencia en el terreno. En este sentido, Arteaga señala que el ganador en una guerra de desgaste es aquel que tiene más medios y recursos.
Respecto a un posible plan de paz, Arteaga indica que en el momento actual de estancamiento no se considera la posibilidad de una renuncia territorial por parte de Ucrania. Sin embargo, destaca que si el balance militar se vuelve más adverso, la posibilidad de negociación se complicaría.
En cuanto a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Arteaga señala que una victoria de Donald Trump podría implicar una retirada del país en conflictos como el de Ucrania, lo que demostraría una falta de fiabilidad como aliado. Esto tendría un coste para la percepción de Estados Unidos como potencia y podría acelerar la desconexión entre Occidente y el país norteamericano.
En cuanto al futuro del conflicto, Arteaga destaca que depende de la dirección estratégica de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Si las inversiones se dirigen a asegurar la defensa aérea del territorio, el conflicto podría alargarse en el tiempo. Sin embargo, si las inversiones se orientan a ganar terreno, eso iría en contra de Ucrania y habría que hacer sacrificios.