Más de 300 detenidos en Rusia por homenajear a Navalny

La represión policial se intensificó este domingo en Rusia, donde cientos de personas fueron arrestadas y encarceladas por rendir tributo al líder opositor Alexei Navalny, fallecido el pasado 16 de febrero en una prisión ártica.

Según la ONG OVD-Info, que monitorea las detenciones políticas en el país, al menos 366 personas fueron detenidas en 39 ciudades rusas, la mayoría de ellas en San Petersburgo, la segunda ciudad más importante del país y lugar de nacimiento de Navalny.

Los manifestantes, que portaban flores, velas y carteles con el rostro del opositor, se congregaron en las plazas centrales de las principales ciudades para honrar la memoria de Navalny, considerado el mayor crítico del presidente Vladimir Putin y símbolo de la lucha anticorrupción en Rusia.

La policía actuó con dureza contra los asistentes, a los que acusó de violar las normas sanitarias por la pandemia de covid-19 y de participar en actos no autorizados. Muchos de ellos fueron golpeados, arrastrados y metidos en furgones policiales.

De los 200 arrestados en San Petersburgo, 154 fueron condenados a penas de cárcel de entre 5 y 14 días, según informó el tribunal municipal. Entre los detenidos se encontraba el diputado regional Borís Vishnevski, del partido liberal Yábloko, que denunció la “brutalidad” de las fuerzas del orden.

La muerte de Navalny, que según el servicio penitenciario se debió a una tromboembolia, ha provocado una ola de indignación y condena internacional, así como el aumento de la presión sobre el Kremlin para que libere a los presos políticos y respete los derechos humanos.

Navalny, de 47 años, fue envenenado en agosto de 2020 con un agente nervioso del tipo Novichok, según confirmaron varios laboratorios europeos. El opositor acusó directamente a Putin de estar detrás del atentado, algo que el mandatario negó.

Tras recuperarse en Alemania, Navalny regresó a Rusia en enero de 2021, donde fue detenido y condenado a tres años y medio de cárcel por violar los términos de una sentencia por fraude de 2014, que él y sus seguidores consideraban como política.

Su encarcelamiento desató una serie de protestas multitudinarias en todo el país, que fueron duramente reprimidas por la policía, que detuvo a más de 10.000 personas. Navalny fue trasladado a una colonia penal del Ártico, conocida como la “Prisión del Lobo Polar”, una de las más duras del país.

Antes de morir, Navalny publicó un video en el que se mostraba sonriente y bromista, y aseguraba que no se arrepentía de haber vuelto a Rusia. También agradeció el apoyo de sus seguidores y les pidió que no se rindieran. “No tenemos otra opción que luchar. Y al final, ganaremos”, dijo.

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