El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que tiene un plan para lanzar una ofensiva militar contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde se han refugiado más de un millón de palestinos que huyeron de los bombardeos israelíes en el resto de la Franja.
Netanyahu dijo que el objetivo de la operación es eliminar a los cuatro batallones de Hamás que quedan en Rafah y que son una amenaza para la seguridad de Israel. Para ello, ordenó al ejército que evacue a los civiles de la zona antes de iniciar el asalto.
La decisión de Netanyahu ha provocado una ola de condena y preocupación internacional, ya que se teme que pueda causar una catástrofe humanitaria y un aumento de las tensiones con Egipto, que comparte frontera con Rafah.
Rafah es el mayor centro urbano en la frontera con Egipto y el único cruce fronterizo entre Gaza y el país árabe. La ciudad ha visto quintuplicarse su población en los últimos cuatro meses, debido a la llegada masiva de refugiados de otras partes de Gaza, que viven en condiciones precarias y dependen de la ayuda humanitaria.
Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU han instado a Israel a evitar una invasión de Rafah y a reanudar las negociaciones para poner fin al conflicto con Hamas, que ya ha dejado más de 2.000 muertos y 10.000 heridos, en su mayoría palestinos.
