En un operativo sin precedentes, las autoridades ecuatorianas han decomisado y eliminado más de 21 toneladas de cocaína, valoradas en mil millones de dólares, que estaban escondidas en un almacén subterráneo en una finca rural.
La droga, que pertenecía a una organización de narcotraficantes que la enviaba a Norteamérica y Europa, fue destruida mediante el encapsulamiento, una técnica que mezcla la cocaína con cemento y otros materiales para neutralizarla.
El proceso duró once horas y fue dieciséis veces más rápido y ecológico que la incineración, según el Ministerio del Interior.
Además de la cocaína, se incautaron armas, balas y cargadores en el mismo operativo, que se enmarca en el “conflicto armado interno” que el Gobierno del presidente Daniel Noboa declaró contra las bandas del crimen organizado, a las que considera grupos terroristas.
Ecuador es el tercer país del mundo que más droga decomisa, solo superado por Colombia y Estados Unidos, y se ha convertido en un punto clave del tráfico mundial de cocaína, al ser rodeado por los dos mayores productores de esta sustancia.
