Antonio Pulgar, informó que el Gobierno Regional no pudo utilizar los 15 millones de soles que tenía como saldo de balance para pagar la deuda social a los trabajadores cesantes de los diferentes sectores, debido a que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no les dio la autorización correspondiente.
Toda gestión se mide por resultados. Revertir 15 millones de soles al erario nacional es una clara demostración de la falta de capacidad de gestión. La explicación que Antonio Pulgar sobre el pago de la deuda social, es dorar la píldora y querer hacernos tragar un hueso difícil de roer.
Una buena gestión implica la utilización correcta de los recursos presupuestales asignados, en tantas y tantas necesidades que tiene nuestra región en su conjunto; y, cuando ello sucede, no se produce saldos de balance que revertir al Estado. Una mala gestión, es una mala gestión y punto. Lo demás es puro cuento.
«Es una pena que no hayamos podido pagar la deuda social con ese dinero. Hicimos todas las gestiones ante el MEF, pero no nos dieron respuesta hasta el 31 de diciembre. Y esto no solo afecta a Huánuco, sino a todos los gobiernos regionales del país», dijo Pulgar Lucas. Que tal explicación; esto nos demuestra que Antonio Pulgar y sus asesores, conocen tan poco de gestión, como yo no conozco si se puede habitar el sol.
Según datos de la Procuraduría Regional del Gobierno Regional de Huánuco, la deuda social que se tiene con más de 6000 trabajadores activos, cesantes y jubilados del sector público en Huánuco, asciende a 189 millones de soles, al 30 de noviembre de 2023. El Gobierno Regional solo pudo pagar 37 millones de soles en el 2023, con recursos propios.
La mayoría de los beneficiarios de la deuda social son trabajadores cesantes de los sectores salud y educación, que reclaman el pago de bonificaciones y derechos sociales que no les fueron otorgados por muchos años. Algunos de ellos son personas de avanzada edad que esperan con ilusión recibir lo que les corresponde.
Si esto es verdad, la gestión para obtener la autorización correspondiente debió iniciarlo en forma oportuna y no esperar las postrimerías del año presupuestal, para dizque, solicitar autorización al MEF para efectuar el pago. Así, si no se obtenía la autorización del gasto en este rubro, bien se pudo utilizar el presupuesto en obras de desarrollo y no devolverlo como saldo de balance, por falta de inversión.
Es que, para trabajar en proyectos de obras de importancia en la región, se requiere contar con buen un equipo de profesionales y proyectistas, que no hayan arribado al GOREHCO a ocupar cargos en pago de favores políticos. Si no se administra bien el uso de los recursos presupuestales, de seguro que este dinero terminará en alguna cuenta particular o se devolverá al erario nacional, a despacho de quienes eligieron al actual gobernador regional.
